martes, 19 de julio de 2011

¿Cuántos años me echas?

Una pregunta que puede comprometer a más de uno, dependiendo de la situación y sobre todo de la respuesta. ¿Y de qué depende acertar o no? Bueno, sin duda alguna de la apariencia física. Y más específicamente, del rostro y el pelo, de la complexión y sí, de la forma de vestir de cada uno.

A más arrugas en la cara, más años que te echan. El botox no es la solución pues lo único que se consigue es reprimir el movimiento del músculo y con ello, perder la expresión del rostro, ¿un precio caro para quitar arrugas, no?

A la gente de complexión fuerte, se le suele echar más años, pues normalmente se asocia un cuerpo atlético con gente joven. Pero si se pierden kilos, salen arrugas al plegarse la piel, por eso, hay que comer bien y no perder peso en poco tiempo. Hay que dar tiempo a que se tonifique la piel poco a poco en las distintas partes del cuerpo, por lo que toda dieta tiene que estar acompañada de un buen ejercicio físico. Es más, la mejor dieta es una vida sana basada en el deporte, y después el cuerpo te pedirá comer bien.

Y llegamos al punto del estilo individual. La gente que viste diariamente elegante, suele aparentar más años. Ir bien vestido, va ligado a un nivel económico determinado y una dedicación en tiempo al cuidado de la ropa, que normalmente no se tiene a los 16 años.

Vestir de forma deportiva, por tanto, quita años. De nuevo repito, porque se relaciona a un estilo de vida juvenil, aunque cada vez más gente se hace consciente de la importancia de incluir el deporte en sus vidas, sea cual sea su ocupación laboral y su edad, por lo que se está rompiendo la norma general.

Si se viste como alguna de las tribus urbanas actuales, obviamente que se aparenta menos, porque no se pertenece a estos grupos más allá de los 30 años (y creo poner el margen bastante amplio).

Y bueno, luego está la gente joven que viste como viejas y las viejas que visten como jóvenes. Cuando en ambos casos es evidente que hay un gran desfase, da un poco de lástima ver que la gente no sepa adaptarse, ¡pero de todo tiene que haber en esta vida! Un ejemplo evidente es cuando a las niñas las visten de mujeres, sinceramente, a mi me da pena de que no disfruten de su infancia.

Muchas veces, se puede obtener el dato de los años simplemente fijándote en los zapatos. De tacón y sintético: adolescente. De tacón matador y piel: jovencita. De tacón cómodo y piel: treintañera. De piel con tacón cómodo y elegantes: cuarentona. De piel y plano: cincuentona. De piel, plano y ancho: jubiladas. Lo sé, es cruel la clasificación, pero es una generalización.

Ya sabéis, es mejor no hacer la pregunta a los demás, y lo que deberíamos hacer, es preguntarnos a nosotros mismo cuántos años nos echamos :)

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