Es fácil inspirarse en un dia como hoy, en el que al mirar por la ventana se ve la nieve cubriendo todo, césped, coches, tejados, aceras y carreteras, cada hoja de los árboles y a las pobres bicicletas, que después del temporal serán las peor paradas.
Estos días de nieve he observado cómo iba la gente vestida, y es en estas ocasiones cuando te das cuenta de que la gente no es previsora a la hora de adquirir su vestuario. Si vives en una zona de lluvia, qué menos que tener ropa y calzado para la lluvia, ¿no? Y si además es una zona fría, puedes esperar que nieve, por lo que habría que pensar en tener unas buenas botas, que valgan tanto para la lluvia como para la nieve y un buen abrigo waterproof que te mantenga calentito.
Yo creo que esto sólo lo pensamos cuando vamos de viaje, "por si acaso debería llevar una manta, no sea que en el hotel no vayan a tener". Cuando uno viaja, le gustaría llevar el bolso de Mary Poppins y meter lo impensable, no vaya a ser que hiciese falta. Y no nos damos cuenta, que las vacaciones vienen a ser menos de un 10% del año, para cuando uno tiene que estar preparado, es para el 90% restante...
Un abrigo con capucha que resista el agua y el viento, y alguna capa térmica para la parte superior, e incluso inferior (aprovechémonos de los avances, que para eso están), y unas buenas botas resistentes al agua con una suela alta y con buen agarre, no le sobrarían a nadie que viviera en el norte. Para disfrutar de la nieve al máximo, un par de guantes que te dejen preparar y tirar bolas, sin mojarte y helarte las manos a los cinco minutos, son perfectos.
Ya hablaremos más adelante qué hacemos en verano, id pensando...
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